Sin embargo, los intentos brasileños siempre chocaban contra algún defensor belga o contra el propio Thibaut Courtois, por lo cual no hubo forma: Bélgica pasó a las semifinales de la Copa Mundial por segunda vez en su historia. La Canarinha, otra vez siendo anfitriona del torneo, llegaba como amplia favorita para ser bicampeona de América, y demostraba así su superioridad el 13 de junio en la primera jornada al ganar a Venezuela 3 a 0, con Neymar jugando un buen papel sobre el terreno de juego.