Dos años después, en la categoría juvenil, ganó la Copa del Rey y de aquella final rescataba Joaquín una imagen en su muro de Instagram donde podemos observarle a sus 18 años. En el plano familiar, el bético, que un año más tarde ascendería definitivamente al primer equipo, al que regresaría años después definitivamente tras jugar en el Valencia CF, el Málaga CF o la ACF Fiorentina, mantiene una estabilidad que ha sido fundamental también en su rendimiento deportivo.