El gran endeudamiento del club, unido a la crisis inmobiliaria que sufrió el país, hizo suspender la construcción del futuro estadio a principios de 2009. Al descender el precio del suelo ya no se podía vender el suelo del actual Mestalla para afrontar la construcción del nuevo. En lo económico la deuda se redujo con la ampliación de capital de 2009 y la venta de jugadores pero continuaba sin poderse afrontar, ni por supuesto reanudar las obras del futuro estadio, equipacion barcelona 2023 ni siquiera con el plan Newcoval acordado entre Llorente y Bancaja.