Muchos de estos ingresos se dan en puntos de venta en los alrededores de los estadios de la Copa Mundial de Fútbol. El resto de los ingresos se dividen en partes iguales entre ingresos financieros y otros ingresos de explotación. En el Mundial propiamente dicho, la Verdeamarelha tuvo un funcionamiento decepcionante. Mide la presión arterial, la frecuencia cardíaca, la calidad del sueño y el tiempo de sedentarismo.